Mientras me acomodo para comenzar a escribir esta nota selecciono la Lista de reproducción con las canciones del show que preparó mi amigo Winston en Spotify, sin duda, me será de mucha ayuda para plasmar lo que vivimos el lunes 15 de noviembre en el íntimo Teatro Caupolicán.
Lo más cerca que habiamos tenido a la banda fue el año 2017 cuando pasó por Argentina y Rock In Rio en Brasil, por lo tanto, en mi caso se trata de una de las bandas que añoraba ver en vivo.
Alter Bridge es una banda formada el año 2004 por cuatro talentosos músicos. Myles Kennedy es el vocalista y segunda guitarra, Mark Tremonti es el primera guitarra, Brian Marshall el bajista y el hombre de los tarros es Scott Phillips.
Una vez que se anunció la visita a nuestro país comencé imaginarme como seria el show, el repertorio y la idea de poder ver y escuchar en vivo a uno de los cantantes más prodigiosos del rock presente.
En otra nota ya hablé un poco de Myles Kennedy y de su voz, no obstante, es justicia dar más detalles, no sólo se trata de una voz característica, sino que de algo mucho más profundo. Su hermosa voz conecta, su voz y música son un puente (bridge) hacia un montón de emociones, esas que te ponen la piel de gallina, que te inflan de sentimientos y que cuando los acordes lo ameritan adquiere mucha fuerza y profundidad.
Se apagan las luces en un repleto Teatro Caupolicán, a mi lado Alejandra y mi amigo Winston. Unas cervezas y algo más fuerte para ver el show, una bebida para mi esposa. La vista desde platea es calma y siempre privilegiada.
Silver Tongue es el gatillo que utilizó la banda para dar inicio al viaje, el sonido parecía estar demasiado alto, particularmente la guitarra de Tremonti, esto se fue ajustando levemente durante las primeras canciones, sin embargo, a mi juicio el volumen estuvo alto durante todo el show.
EL público muy emocionado con la presencia de la banda y vamos coreando, vamos cantando cada una de las canciones. La banda sigue marcando un ritmo potente sin mayor descanso entre temazo y temazo.
Myles sabe conectar, ya lo dije y sabe conectar de manera profunda y aunque los que estabamos en el teatro eramos unos expectantes incondicionales, la banda en repetidas ocasiones hizo notar la sorpresa que se estaban llevando con el público y con esto la banda respondía con más y más energía. ¿Acaso este es el mejor público del mundo? dijo Myles en un momento.

Bajan la luces y Myles se adueña del escenario, nos regala un momento acústico maravilloso con ‘Wonderful Life’, ‘Watch Over You’ e ‘In Loving Memory’, todas de un hilo … ¡emoción total!
Come to life y Blakbird son el trueno que incoporó a los demás músicos al escenario, la conexión es espontánea, como si se tratará de viejos conocidos, como si hubieramos coreado estas canciones una y otra vez en la soledad de una ducha o mientras voy metido entre los cerros, ahí donde tanto me gusta estar.
…Blackbird, fly away, May you never be broken again
No tengo la menor duda de qu fui testigo de la primera de tantas veces que veremos a la banda en nuestro país, el enlace quedó forjado en euforia, en silencio, en gritos y sinceros aplausos genuinos a la banda, a su trayectoria, a sus canciones y a su entrega a la hora de dar su show.