El juego parecía terminar una y otra vez,
tormenta mediterránea de grises y soles,
ilusiones derramadas al vacío,
repliegue consciente para ocultar las heridas.
Fueron tantas las veces que te vi partir,
que el miedo parecía extinguirse ante mis ojos,
fueron tantas las veces que te vi partir,
ya no quedan lamentos, menguantes lágrimas.
El juego parecía terminar una y otra vez,
pacto alterado por cándidos impulsos,
sin juicios ni quiebres, se diluyó entre las ruinas,
no hubo chances para una corona,
no hubo espacio para beber cruzando copas.
Fueron tantas las veces que te vi partir,
puertas agrietadas y cada vez más ceñidas,
fueron tantas la veces que te vi partir,
que algunas veces lo desee en sentencia.
El juego parecía terminar una y otra vez,
portador de luces y sombras,
atrapado en una aturdida fuente de sueños,
por las noches te busqué sin motivos,
y a escondidas de mí mismo te volvía a besar,
son tan necias las razones y a veces tan terco el corazón,
no hay espacio para la sabiduría,
irremediable tortura para el amor.
Fueron tantas las veces que te vi partir,
que el miedo parecía extinguirse ante mis ojos,
fueron tantas las veces que te vi partir,
paradójica suerte para un final sin despedida.
JojorGe