Duerme, descansa, sueña.
Yo sueño contigo, me despierto para seguir soñando, sin prisa, sin apuros.
Te veo y eres realidad.
Fuiste un sueño, muchos suspiros, hoy somos besos.
El poema es sencillo cuando sin ser poeta la inspiración es belleza,
el poema es fresco cuando las palabras brotan sin rima, pero con sentimiento,
el poema es sutil cuando la flor y sus espinas elevan sus pétalos,
el poema es de amor, cuando lo que importan son los besos.
Hasta altas madrugadas te veía entre mis sueños,
sin poder tocarte, sin poder sentirte.
Solo me alcanzaba para soñarte,
el aroma de las hojas caídas me ilusionaba con tu aroma,
el aroma de las hojas caídas me ilusionaba con tu aroma,
escasas eran las palabras, lejanas las esperanzas.
En silencio te escondí entre mis huesos,
la torpeza de mi corazón petrificaba mi andar.
la torpeza de mi corazón petrificaba mi andar.
No hubo más cabida en mí que albergar al miedo.
Solo me alcanzaba para soñarte,
por momentos citaba con gloria tu recuerdo,
tal vez ingenuo, tal vez sensato.
tal vez ingenuo, tal vez sensato.
Tu voz delicada, dibujando sonetos,
ilusionando a mi alma, abrazando fantasmas.
ilusionando a mi alma, abrazando fantasmas.
No hubo más cabida en mí que albergar al miedo.
Fuiste un sueño, muchos suspiros, hoy somos besos,
sueño contigo, me despierto para seguir soñando, sin prisa, sin apuros.
Hoy somos besos.
Es extraño besarte y reconocer a conciencia que vivo mi propio sueño.