El disco desenchufado de los británicos que pronto celebrará su cumpleaños número veinte. Un disco íntimo, al menos esa fue la intención de la banda, ya que ofrecieron tocar en un pequeño restaurant de Inglaterra el día 25 de junio del año 1998, sólo por diversión, para comer gratis y beber un par de cervezas. Como todo rumor, voló y rápido. Esa noche, el local se repletó de fans que pudieron cenar y disfrutar de su música favorita en vivo.
Es importante tener claro que por aquellos años, la banda llenaba estadios con audiencias sobre las 80.000 personas por toda Europa y Estados Unidos.
Reconozco que se me hace difícil ser objetivo con los músicos y música, ya que a mis casi 40 años, reconozco que Marillion está dentro de mis 3 bandas favoritas. Los he visto 6 veces en vivo, y sólo el año pasado tuve la suerte de verlos 3 días seguidos en el «Weekend», show de 3 días (viernes, sábado y domingo), con canciones distintas cada día, donde además tocan sólo canciones pocas veces interpretadas en vivo, es decir, no hay hits, ningún día, shows sólo para fanáticos, que en Chile agotó las entradas del Teatro Caupolicán.
No solo para mi es una agrupación de vital importancia para el rock, la revista Classic Rock los situa dentro de las 50 mejores bandas para ver en vivo. Por algo será.
El unplugged at the Walls es un disco romántico, sigo insistiendo con la intimidad, con los sentimientos que se derraman a través de un acorde, a través de una voz cautivante y envolvente como la de su vocalista Steve Hogarts. Con un romanticismo hacia la vida, a las bellezas que nos rodean. No es casualidad que la canción que da comienzo a la sesión sea la tercera del albúm Afraid of Sunlight, Beautiful. Suena obvio, pero es fabuloso que una canción que hable de la belleza, sea además una belleza.
Este disco tiene algunas sorpresillas, como por ejemplo la versión covers de Radiohead, Fake Plastic Tress, del disco The Bends (1995), un tema maravilloso, poseedor de unos paisajes a veces desgarradores y de mucho sentimiento. Imagino que los también británicos debieron estar felices de que los maestros hayan tocado su canción en una cita tan única y sencilla.
La otra sorpresa es el también covers Abraham, Martin and John de Marvin Gaye, con una versión un tanto más extensa a raíz de la introducción que hace Steve Rothery en unos hermosos arpegios en la guitarra.
Imagino que a propósito del aniversario es que Spotify lo subió a su aplicación de Streaming y ahora se puede escuchar de manera íntegra.
Para sentarse a escuchar con calma, idealmente con headphones (audífonos de los grandes). Un deleite, un placer escuchar la buena música.