Seguramente has pensado una y mil veces cómo dar inicio a un negocio o emprendimiento, quizás tengas una idea innovadora, hayas detectado alguna oportunidad o simplemente necesitas lanzarte con un proyecto personal.
Las razones para comenzar un negocio pueden ser muchas, sin embargo, me arriesgo a reducirlas a las que mencioné en el párrafo precedente, ya que las considero como las más recurrentes. Por otro lado, las barreras o problemas que presenta llevar a cabo un negocio dependerá tanto de factores externos, como internos, también exclusivos al tipo de negocio, al lugar geográfico, a la posible estacionalidad de tu producto y un extenso etcétera, etcétera.
Por ende acá tenemos nuestra primera reflexión: Todos los negocios son distintos y se ejecutan de manera única. Esto debe convertirse en un mandamiento a la hora de modelar tu negocio, a la hora de determinar tu estrategia y por sobre todo a la hora de ejecutarlo. No hay copy-paste en esto, no hay modelos exactos que te lleven a la cima. Sin embargo, hay prácticas que podemos aprender, hay ciertas etapas que no nos podemos saltar y que son recurrentes a la hora de ver y estudiar casos de éxito.
Implementar y dar inicio a un proyecto tiene complejidades que van más allá de lo que indica la mera teoría, es decir, muchas veces las barreras se producen antes de la puesta en marcha, antes de calcular una VAN/TIR e incluso después de haber obtenido el tan esperado financiamiento.
Como decía hay prácticas que son fundamentales, que están dadas por la teoría y avaladas por la experiencia.
Determinar la Misión y la Visión
Determinar la Misión y la Visión son a mi juicio el hito más relevante a la hora de determinar tu estrategia, ya que durante la ejecución de un negocio será el factor central a la hora de tomar decisiones.
La misión y la visión son tu punto de orientación, tanto en la partida como en su objetivo, por lo tanto, conocerlo, palparlo y estar involucrado en ello es fundamental.
En términos prácticos, te será de utilidad por ejemplo a la hora de determinar tu presupuesto, te dará luces de donde poner mayor énfasis y control, te ayudará a revelar tu plan de marketing y ventas, tu definición de servicio al cliente y el cómo te relacionarás con tus colaboradores. Te ayudará por sobre todo a tomar decisiones, basadas siempre en ese elemento intangible pero tremendamente perceptible que la teoría encapsulo bajo lo que hoy se conoce como la Misión y la Visión.
Debo hacer hincapié en que el tamaño de la empresa es relevante y considero que para las micro y pequeñas empresas la misión y la visión son tanto más importantes.
Las pequeñas empresas no tienen mucho margen de error, el tiempo y dinero son escasos y la puerta del fracaso es una sombra silenciosa que siempre está a la espera.
Por lo tanto, como dije la misión y la visión son un factor más que relevante a la hora de diseñar tu negocio, haya sido este escrito en una servilleta, en un cuaderno o en un ppt. La definición estratégica comienza en conocer la génesis y el objetivo central de tu proyecto.