Esta noche caminaré desnudo por la avenida principal. Ya puedo imaginar a la gente sacudiendo sus cabezas al verme vestido de nada, el policía que intentará detenerme y que gritará sus amenazas en mi cara, el vagabundo ebrio que blufeará y que luego de aquel esfuerzo caerá de golpe sobre el frío pavimento, las prostitutas que secretearan y sonreirán con ingenuas intenciones, los que algún día fueran mis amigos y que aún permanecen en las afueras del mismo bar – se harán a un lado -, evitando el contacto, evitando que alguien les reconozca y recuerde que una vez compartieron conmigo, puedo imaginar la mirada asquienta de un par de mujeres de avanzada edad, la risa burlona de los pandilleros, la mirada serena del cura, el horror de mis vecinos, el dolor de mis padres.

Caminaré desnudo por la avenida principal
Esta noche caminaré desnudo por la avenida principal. Ya puedo sentir el sollozo de mi alma, el hielo interior de mi cuerpo, el frío inmerso dentro de mi corazón; puedo sentir como caen esas tibias lágrimas sobre mi pecho, puedo sentir como tiemblan mis manos y como lo hace todo mi cuerpo, puedo sentir las huellas del dolor, las sombras del miedo; puedo sentir la voz de mis lamentos, las voces desesperadas del amor, los bramidos del odio, el silencio de mis dudas.
El barco se hunde y yo voy dentro.
Esta noche caminaré desnudo por la avenida principal. Sé que será mi última noche y a pesar de ello lo haré como lo he hecho en años, abrazado en la nada, buscando refugios, buscando amores. Caminaré desnudo como lo hice siempre, confuso, inquieto y desolado, tal vez triste, tal vez angustiado; caminaré desnudo como lo hice siempre, porque nunca hice algo distinto, porque nunca me esforcé por romper mi destino, porque nunca me observé o porque nunca me escuche a mi mismo.
Esta noche caminaré desnudo por la avenida principal. Ya puedo imaginar mi andar, una chaqueta negra, un jeans y unas zapatillas cubren mi cuerpo, me moveré en zancadas, escapando del misterio, estancado en mis sueños, arrebatando deseos; puedo sentir la velocidad de mis pensamientos, el ritmo de mis ideas, las instrucciones del rencor.
Esta noche caminaré desnudo por la avenida principal. Desafiando a la vida y la muerte, desafiando al temor y al deseo. Será mi última noche en penumbras, mi última procesión, mi último lamento; esta noche será un adiós, me despido de quien fui y le doy la bienvenida al que ocupe mi cuerpo en la mañana, venido por la gracia y esperanza de un nuevo amanecer.
…honestidad ante el mundo, reacciones, impresiones…desnudez del alma…
…furia contenida…desfachatez e ironia…fantastico!!!
HECTOR PARIS
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