«En mis manos yace la fuerza; la eternidad no tiene estrías ni yagas. En mis manos puedo encerrar el infinito»Revelaciones parte III – Yo soy Él
Su voz susurrante me invitó despertar de un profundo sueño, me invitó a despertar a pesar de no estar dormido. Me habló:
¿Acaso no sabéis que sois dioses?
He dejado en ti todo lo que necesitas, desde tu primer día en este mundo – he dejado en ti todo lo que necesitas-.
Por las noches he oído que me hablas, algunas veces con calma y en otras algo desesperado, me inquietas cuando te oigo llorar y me preocupas cuando observo que no sientes la fuerza ni las ganas para recibir el brillo del día en tu rostro, el brillo del día en tu alma.
Fuiste escogido para liderar el universo, para crear o destruir, para aprender y enseñar, para iniciar o terminar, para observar y luego comprender.
Fuiste escogido para navegar en un mar de alternativas, para elegir o rechazar, para encender la luz o dejar al universo sumiso ante una interminable oscuridad.
Fuiste escogido para dar vida, el Edén fue por siempre el regalo que elegí para ti, para que trabajes la tierra y en su fruto encuentres el amor.
Fuiste escogido para anunciar mi voluntad, para perdonar o castigar, en ti nunca hubo pecados ni sesgos de dolor.
Sin más debes entender que antes de llegar a mi, debes encontrarte contigo mismo, debes oír la voz de tu corazón, debes conocer tus fortalezas y aprender de lo que te debilita. Debes amar y darlo todo para ti.
Antes de hablarme cada noche, habla contigo mismo. Observa el universo que has creado, observa el poder que posees, observa tus manos y la fuerza eterna que hay en ellas.
Antes de hablarme cada noche, busca la manera de encontrar la perfección, busca la manera de hacer contacto con el universo que has creado, busca la manera de seguir creando, pues en ti he confiado el infinito.
Antes de hablarme cada noche, saborea cada momento grato de tu día -en la piel de una sonrisa encontraras la felicidad-, haz la paz con tu pasado, el universo que haz creado ha sido tu arte, tu creación, tu camino a la perfección.
Antes de hablarme cada noche, siente la plenitud y la fuerza, siente la vida y el amor que te rodea.
He dejado en ti todo lo que necesitas, desde tu primer día en este mundo – he dejado en ti todo lo que necesitas.
Fuiste escogido para navegar en un mar de alternativas, para elegir o rechazar, para encender la luz o dejar al universo sumiso ante una interminable oscuridad.
Fuiste escogido para dar vida, el Edén fue por siempre el regalo que elegí para ti, para que trabajes la tierra y en su fruto encuentres el amor.
Fuiste escogido para anunciar mi voluntad, para perdonar o castigar, en ti nunca hubo pecados ni sesgos de dolor.
Sin más debes entender que antes de llegar a mi, debes encontrarte contigo mismo, debes oír la voz de tu corazón, debes conocer tus fortalezas y aprender de lo que te debilita. Debes amar y darlo todo para ti.
Antes de hablarme cada noche, habla contigo mismo. Observa el universo que has creado, observa el poder que posees, observa tus manos y la fuerza eterna que hay en ellas.
Antes de hablarme cada noche, busca la manera de encontrar la perfección, busca la manera de hacer contacto con el universo que has creado, busca la manera de seguir creando, pues en ti he confiado el infinito.
Antes de hablarme cada noche, saborea cada momento grato de tu día -en la piel de una sonrisa encontraras la felicidad-, haz la paz con tu pasado, el universo que haz creado ha sido tu arte, tu creación, tu camino a la perfección.
Antes de hablarme cada noche, siente la plenitud y la fuerza, siente la vida y el amor que te rodea.
He dejado en ti todo lo que necesitas, desde tu primer día en este mundo – he dejado en ti todo lo que necesitas.
Revelaciones Parte VI – ¿Acaso no sabéis que sois dioses?
Escrito por Jorge Eduardo Rojas
Sábado 30 de enero de 2010
Sábado 30 de enero de 2010
es simplemente excelso…
en qué parte de la biblia se dice -a caso no sabis que sois dioses?-
se que hay una pare pero no acuerdome
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