Una vela se apaga y la cera se enfría,
espuma de seda te preparas para volver a ser encendida.
Soplan nuevos vientos, más días.
Amanecer una nueva luz y la mecha arde de alegría,
nueva esperanza, nueva luz, se aparecen los miedos,
el mar se agita y la cera poco a poco vuelve a ser líquida.
Inerte quisiera el tiempo, va gastando mi escencia y mi fuerza,
el brillo decae, luz que no ilumina, se extingue una vela y con ella mi vida.